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Solo se ve bien con el corazón lo esencial es invisible a los ojos
Lo esencial es invisible a los ojos número de página
Recientemente se estrenó una nueva película basada en el clásico de San Antonio de Saint-Exupery El Principito. Todavía no la he visto, pero tiene una pinta maravillosa. Ver los avances me recuerda lo importante que ha sido El Principito en mi propia vida. No puedo contar las veces que he leído el libro a mis hijos a la hora de dormir ni explicar la manera en que ha cambiado mi forma de pensar sobre los llamados libros infantiles. Saint-Exupery quiere utilizar el recuerdo de la infancia para mostrar que todos, en cierto modo, seguimos siendo niños pequeños.
No se trata de un ejercicio de nostalgia ni del deseo de retroceder al pasado. Se trata más bien de un abrazo a todo lo que ha supuesto la formación de un ser humano adulto. No debemos olvidar que somos criaturas bastante raras, hechas de imaginación y memoria y de virtudes ganadas a pulso. El pasado forma parte de lo que somos. Si los poetas, como decía Shelley, son los legisladores de la humanidad, empezamos a ver que ejercen su responsabilidad en parte haciéndonos volver a un mundo en el que lo importante no está sólo en lo que vemos sino en lo invisible. El Principito, como todos los grandes libros, cumple esta función recordándonos quiénes somos y qué es exactamente lo que nos hace tan especiales.
Invisible para el ojo significado
Durante el encierro en Sidney, recurrí a mi estantería de libros muy queridos y encontré El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry. Al hojearlo de nuevo, me di cuenta de que la situación en la que se encontraba el narrador del libro se parecía mucho a la mía: aterrizado en medio de un desierto, con el motor de su avión averiado, no tenía adónde ir.
Su relato de viajes intergalácticos lleva al náufrago del desierto a una serie de lugares tan extraños como familiares: un planeta habitado por un rey y nadie más, otro por un hombre engreído, un tercero por un farolero, un cuarto por un hombre de negocios, un quinto por un bebedor y así sucesivamente.
El rey considera que todos los que llegan a su planeta son súbditos. El engreído considera que cada uno de los que llegan es un admirador potencial. El farolero enciende y apaga la única farola de su pequeño planeta, varias veces al día. El hombre de negocios cuenta todas las estrellas que puede ver creyendo que así las hará suyas. El bebedor bebe para olvidar que se siente culpable por beber.
Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos franceses
Y aquí está mi secreto, un secreto muy simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos. Antoine de Saint-Exupéry www.youtube.com/watch?v=WLlcIa-9if4
Vivimos en tiempos extraños. «En una época de engaños, decir la verdad es un acto revolucionario». ~ George Orwell «Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos». ~ Antoine de Saint-Exupery
«Y ahora aquí está mi secreto, un secreto muy simple: Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos» – Antoine de Saint-Exupéry, El Principito Captura y edición por Orchid Arado Delicatessen – Tell Me a Storymaps.secondlife.com/secondlife/Porto/52/224/21
Es sólo con el corazón pequeño príncipe
En el Principito de St. Exupery, el zorro le cuenta al principito su secreto [el del zorro], que es muy sencillo. El secreto es: «sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos». El Principito fue escrito en francés y la cita de arriba en francés es: «Voice mon secret. Il tres simple: on ne voit bien qu’avec led coeur, l’essential est invisible pour les yeux.»
Entonces, ¿a qué se debe esta referencia a ver con el corazón? En el Principito, el zorro ya había ayudado al principito a domesticarlo [a hacerse amigo de él]. El principito le habló al zorro de una flor de su planeta que le interesaba, pero que también era exigente e irritante. El principito vio entonces un campo lleno de flores de aspecto idéntico y se sintió consternado. «Pensaba que mi flor era única en todo el universo», le dijo al zorro. El zorro ayudó entonces al principito a ver que su amor por su flor hacía que ésta fuera única para él. El zorro le contó al principito su sencillo secreto: «sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos».