La regla de les tres erres

3 r’s del medio ambiente

El plástico no se degrada durante nuestra vida. Antes de entrar en las «R» de la reducción de residuos plásticos, vamos a hablar de dos formas alternativas de plástico: el biodegradable y el bioplástico. Los plásticos biodegradables pueden ser descompuestos por organismos vivos, normalmente bacterias; sin embargo, no es lo mismo que compostable; sólo significa «descomponerse». Para facilitar la descomposición de los plásticos, se añaden sustancias químicas; los plásticos biodegradables tienen más sustancias químicas que los plásticos normales. Los bioplásticos se derivan de la biomasa renovable en lugar de los combustibles fósiles. Aunque este material lleva la palabra bio, no todos los bioplásticos son biodegradables, ni se degradan más fácilmente que el plástico normal. Para eliminar el plástico de nuestro flujo de residuos, debemos seguir estas R:
Paso 5: Recuerde que esta es una propuesta política. Las soluciones no siempre son cambios de política, pero el requisito para este proyecto es que la solución sea un cambio de política o una introducción. Esta sería una buena oportunidad para aclarar este término del vocabulario y enfatizar este requisito del proyecto.

El concepto de las 3 r

Las 3 R del medio ambiente -reducir, reutilizar y reciclar- existen desde hace tiempo, pero mucha gente se ha vuelto negligente a la hora de seguirlas. Tal vez el Consejo de Publicidad de Guerra lo dijo mejor en 1944 al promover la conservación del gas, el caucho, la seda y otros recursos escasos.
Cada año, los estadounidenses tiran 50.000 millones de latas de comida y bebida, 27.000 millones de botellas y tarros de vidrio y 65 millones de tapas de tarros y latas de plástico y metal. Más del 30% de nuestros residuos son materiales de embalaje. ¿Adónde va a parar todo esto? Alrededor del 85% de nuestra basura se envía a un vertedero, aunque nos estamos quedando rápidamente sin espacio.
Las empresas de productos de consumo siempre nos están vendiendo una nueva factura. Algunos creen que podemos comprar para conseguir un planeta más sano y feliz. A lo largo de los años, los anunciantes nos han dicho que los coches chulos nos harían libres y que los refrescos dietéticos nos harían populares. Pero hay cosas que el dinero -y la publicidad- no pueden comprar, y un medio ambiente limpio es una de ellas. Lo cierto es que el calentamiento global, la deforestación y otros males de la Tierra no pueden resolverse cambiando de marca.

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Cómo podemos aplicar las 3 r’s en nuestra vida diaria

El plástico no se degrada durante nuestra vida. Antes de entrar en las «R» de la reducción de los residuos plásticos, vamos a hablar de dos formas alternativas de plástico: el biodegradable y el bioplástico. Los plásticos biodegradables pueden ser descompuestos por organismos vivos, normalmente bacterias; sin embargo, no es lo mismo que compostable; sólo significa «descomponerse». Para facilitar la descomposición de los plásticos, se añaden sustancias químicas; los plásticos biodegradables tienen más sustancias químicas que los plásticos normales. Los bioplásticos se derivan de la biomasa renovable en lugar de los combustibles fósiles. Aunque este material lleva la palabra bio, no todos los bioplásticos son biodegradables, ni se degradan más fácilmente que el plástico normal. Para eliminar el plástico de nuestro flujo de residuos, debemos seguir estas R:
Paso 5: Recuerde que esta es una propuesta política. Las soluciones no siempre son cambios de política, pero el requisito para este proyecto es que la solución sea un cambio de política o una introducción. Esta sería una buena oportunidad para aclarar este término del vocabulario y enfatizar este requisito del proyecto.

Las tres erres

Desde hace varios años, escuchamos hablar del triángulo ecológico o de la regla de las tres «R». Fue en la Cumbre del G8 de 2004 donde se fijó la iniciativa de las 3R para los programas internacionales. Las cumbres y reuniones ministeriales posteriores pusieron este tema sobre la mesa y se debatió cómo poner en marcha acciones de aplicación a nivel mundial. Pero lo cierto es que el actual sistema productivo y económico implica la generación de cada vez más residuos.
Aunque la mayor parte de los residuos y la contaminación son generados por las grandes empresas transnacionales y el sector industrial, nosotros, a nivel doméstico, podemos influir en los patrones de consumo. Así, es necesario ser capaces de aplicar las 3R en nuestra actividad diaria para generar menos residuos domésticos. Y en este sentido debemos tener el orden de prioridades de este triángulo ecológico.
En contra de lo que creen muchas personas y organizaciones, el reciclaje no es la clave de este sistema. Las campañas de residuos se centran en el reciclaje, pero hay que destacar que el mejor residuo es el que no se produce. Como explica el profesor José David Lara González, demasiadas veces se ha reducido el triángulo del límite del «reciclaje» como si fuera la única respuesta importante para los conflictos medioambientales. «El triángulo está jerarquizado y sin este orden, reducir y reutilizar son más limpios y más importantes que el reciclaje.El reciclaje es la tercera opción.En un caso hipotético idealizado, si la reducción se hace y la reutilización es posible que el reciclaje no sea necesario: se puede minimizar o incluso puede que ya no sea necesario», explica Lara González en el artículo «Reducir, Reutilizar y Reciclar».