Golpe de estado en bolivia

golpes de estado respaldados por estados unidos

El término proviene del francés coup d’état, que significa literalmente «golpe de estado» o «golpe de estado»[3][4][5] En francés, la palabra État (francés: [eta]) se escribe con mayúscula cuando denota una entidad política soberana[6].
Aunque el concepto de golpe de Estado ha aparecido en la política desde la antigüedad, la frase es de acuñación relativamente reciente;[7] el Oxford English Dictionary la identifica como una expresión francesa que significa un «golpe de Estado»[3] La frase no apareció en un texto inglés antes del siglo XIX, excepto cuando se utilizaba en la traducción de una fuente francesa, ya que no existía una frase sencilla en inglés para transmitir la idea contextualizada de un «golpe de Estado».
En la prensa británica, la frase llegó a utilizarse para describir los diversos asesinatos cometidos por la supuesta policía secreta de Napoleón, la Gens d’Armes d’Elite, que ejecutó al duque de Enghien: «los actores de la tortura, los distribuidores de las corrientes de aire envenenadas y los verdugos secretos de aquellos individuos o familias desafortunadas que las medidas de seguridad de Bonaparte exigen eliminar». En lo que los tiranos revolucionarios llaman grandes golpes de Estado, como la carnicería, el envenenamiento o el ahogamiento en masa, se emplean exclusivamente»[9].

golpe de estado en bolivia de 1971

La crisis política boliviana de 2019 se produjo el 10 de noviembre de 2019, después de 21 días de protestas civiles tras las disputadas elecciones generales bolivianas de 2019. Las elecciones tuvieron lugar después de que en 2016 se rechazara un referéndum para modificar la Constitución boliviana, que limita el número de mandatos a dos, pero el Tribunal Supremo de Justicia dictaminó que todos los cargos públicos no tendrían límite de mandatos a pesar de lo establecido en la Constitución y permitió a Morales presentarse a un cuarto mandato[3].
Una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA),[4] que publicó un informe completo después, concluyó que se produjeron importantes irregularidades durante el proceso electoral[5][6][7] Los observadores de la Unión Europea publicaron un informe con resultados y conclusiones similares a los de la OEA[8][9] Los militares y la policía de Bolivia obligaron al presidente Evo Morales a dimitir. Éste acató la orden, acompañada de otras dimisiones de políticos de alto nivel a lo largo del día, algunos de ellos alegando temor por la seguridad de sus familias. El gobierno de México ofreció asilo político a Morales al día siguiente, que éste aceptó un día después[10][11].

golpe de estado

La crisis política boliviana de 2019 se produjo el 10 de noviembre de 2019, después de 21 días de protestas civiles tras las disputadas elecciones generales bolivianas de 2019. Las elecciones tuvieron lugar después de que en 2016 se rechazara un referéndum para modificar la Constitución boliviana, que limita el número de mandatos a dos, pero el Tribunal Supremo de Justicia dictaminó que todos los cargos públicos no tendrían límite de mandatos a pesar de lo establecido en la Constitución y permitió a Morales presentarse a un cuarto mandato[3].
Una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA),[4] que publicó un informe completo después, concluyó que se produjeron importantes irregularidades durante el proceso electoral[5][6][7] Los observadores de la Unión Europea publicaron un informe con resultados y conclusiones similares a los de la OEA[8][9] Los militares y la policía de Bolivia obligaron al presidente Evo Morales a dimitir. Éste acató la orden, acompañada de otras dimisiones de políticos de alto nivel a lo largo del día, algunos de ellos alegando temor por la seguridad de sus familias. El gobierno de México ofreció asilo político a Morales al día siguiente, que éste aceptó un día después[10][11].

el golpe de evo morales

En un mensaje desclasificado, fechado el 13 de noviembre, Lara agradeció al entonces embajador de Argentina, Normando Álvarez García, por su colaboración y la entrega de 40.000 cartuchos AT-12/70 y varios tipos de granadas de gas y gases lacrimógenos.
«Hemos tenido acceso a estos documentos y hemos corroborado la participación de estos Estados, por lo que entregaremos esta información a las autoridades que investigan las masacres de Sacaba y Senkata, ocurridas el 15 y 19 de noviembre, respectivamente», dijo el Canciller.
Asimismo, aseguró que hoy están «indignados y alertando sobre la conducta de un gobierno extranjero de contribuir a estas violaciones de los derechos humanos y civiles del pueblo boliviano. Consideramos esta situación nefasta y absolutamente inaceptable por tratarse de un atentado contra la soberanía y la dignidad nacional».
«Solicitaremos más información a Argentina y Ecuador sobre una situación totalmente contraria a los cánones que rigen la diplomacia entre dos pueblos hermanos. Lo sucedido fue un plan articulado contra la democracia boliviana y no un hecho meramente accidental», dijo.

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