Contenidos
Cómo acabar de una vez por todas con la cultura
Cancelar los ejemplos de cultura
En cuanto aterrizas en tu nuevo país, te dedicas a asimilar la novedad que te rodea. Sonríes a los vendedores ambulantes de fruta en cada esquina. Te cautiva la repentina apertura de la gente que te rodea. O tal vez notes la discreta segregación de géneros y edades, o estés confundido por el hecho de que tu madre anfitriona rehúya algunas de tus preguntas. Esto, valiente trotamundos, se llama choque cultural.
La mayoría de las personas que han viajado más allá de unas breves vacaciones han oído el término. Tanto si eres un viajero experimentado como si es tu primera vez en el extranjero, tendrás que entender el choque cultural y cómo afrontarlo durante tu estancia en el extranjero.
Cuando te vas al extranjero, tu rutina diaria, la cultura, la comida y las actitudes de la gente que te rodea ya no te resultan familiares. El proceso de reconocer, comprender y adaptarse a estos cambios se llama choque cultural.
En nuestro entorno normal, gran parte de nuestro comportamiento, como los gestos, el tono de voz, la forma de esperar en las colas (o de no esperar) y de interactuar, se basa en señales culturales comprendidas colectivamente. Sin embargo, no les prestamos atención activamente, sino que son nuestra norma tácita. En un nuevo país, somos más conscientes de estas sutilezas culturales porque son diferentes de nuestra norma.
Anular las víctimas de la cultura en 2020
La cultura y la creatividad desempeñan un papel importante en la Unión Europea (UE). Los contenidos audiovisuales, la música, la literatura, los espectáculos en vivo y otras formas de expresión cultural conectan a las personas y a la sociedad. El rico patrimonio cultural de Europa es reconocido en todo el mundo: mejora la vida, promueve los valores europeos y refuerza el entendimiento mutuo. La participación en actividades creativas y culturales puede tener un impacto considerable en la calidad de vida de las personas, contribuyendo al bienestar general y mejorando el sentido de pertenencia a la sociedad.
Este artículo forma parte de la publicación en línea Estadísticas de la cultura – edición de 2019. Se basa en los resultados de un módulo ad hoc de 2015 sobre participación social y cultural que formaba parte de las estadísticas de la UE sobre ingresos y condiciones de vida (EU-SILC). Presenta algunos resultados interesantes sobre la participación de las personas en actividades culturales analizadas según una amplia gama de características socioeconómicas (por ejemplo, por sexo, por edad o por nivel de estudios). Entre las actividades culturales contempladas se encuentran ir al cine, asistir a espectáculos en directo, visitar lugares culturales y practicar actividades artísticas (por ejemplo, tocar un instrumento musical, cantar, bailar o pintar).
Comentarios
La relación intercultural es la idea de que las personas de diferentes culturas pueden tener relaciones que reconozcan, respeten y empiecen a entender las diversas vidas de los demás. Las personas con diferentes orígenes pueden ayudarse mutuamente a ver posibilidades que nunca pensaron que existieran debido a las limitaciones, o proscripciones culturales, planteadas por sus propias tradiciones. Las prácticas tradicionales de ciertas culturas pueden restringir las oportunidades porque son «incorrectas» según una cultura específica. Tomar conciencia de estas nuevas posibilidades acabará por cambiar a las personas expuestas a las nuevas ideas. Esta relación transcultural ofrece la esperanza de que se descubran nuevas oportunidades, pero al mismo tiempo es una amenaza. La amenaza es que, una vez que se produce la relación, ya no se puede afirmar que una sola cultura sea la verdad absoluta.
El relativismo cultural es la capacidad de entender una cultura en sus propios términos y no emitir juicios utilizando los estándares de la propia cultura. El objetivo de esto es promover la comprensión de las prácticas culturales que no suelen formar parte de la propia cultura. El uso de la perspectiva del relativismo cultural conduce a la opinión de que ninguna cultura es superior a otra cuando se comparan los sistemas de moralidad, derecho, política, etc. [11] Se trata de un concepto según el cual las normas y los valores culturales derivan su significado dentro de un contexto social específico. También se basa en la idea de que no existe una norma absoluta del bien o del mal, por lo que cada decisión y juicio sobre lo que está bien o mal se decide individualmente en cada sociedad. El concepto de relativismo cultural también significa que cualquier opinión sobre la ética está sujeta a la perspectiva de cada persona dentro de su cultura particular. En general, no existe un sistema ético correcto o incorrecto. El término relativismo cultural trata de promover la comprensión de las prácticas culturales que son desconocidas para otras culturas, como comer insectos, los genocidios o la ablación.
Wikipedia
Inicio » Índice » Competencia cultural y espiritualidad en la construcción de la comunidad » Capítulo 27. Trabajar juntos por la justicia racial y la inclusión » Sección 7. Construir organizaciones culturalmente competentes » Sección principal
Un barrio local se encuentra en medio de un drástico cambio demográfico. Sus residentes, que solían ser principalmente personas de ascendencia europea, son ahora un 30% negros y un 10% hispanos. La asociación de vecinos, acostumbrada a funcionar en un contexto cultural europeo, tiene dificultades para atraer a los nuevos residentes. La junta directiva de la asociación ha publicado anuncios en el periódico local sobre las actividades de la asociación, ha publicado anuncios sobre los horarios de las reuniones y ha enviado boletines informativos. Sin embargo, el número de miembros no ha aumentado ni se ha diversificado.
Los nuevos residentes consideran que la asociación de vecinos es una organización dirigida y al servicio de los residentes estadounidenses de origen europeo. La asociación no ha reconocido ni dado la bienvenida a los nuevos residentes en ninguno de sus materiales. No ha hecho ningún esfuerzo por ponerse en contacto con los líderes negros e hispanos e invitarles a unirse a la asociación de vecinos. Ha seguido funcionando como siempre sin darse cuenta de que los recién llegados tienen sus propias formas de organización social y maneras de apoyar a sus miembros. Para que la asociación de vecinos pudiera involucrar a los recién llegados, tenía que conocer la organización social y el liderazgo de los nuevos grupos y las formas de comunicarse con ellos de una manera culturalmente apropiada.