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Que es el consumo responsable
Ejemplos de consumo responsable
La transición hacia el consumo y la producción sostenibles de bienes y servicios es necesaria para reducir el impacto negativo sobre el clima y el medio ambiente, así como sobre la salud de las personas. Los países en desarrollo, en particular, se ven muy afectados por el cambio climático y otros impactos ambientales, que provocan un aumento de la pobreza y una reducción de la prosperidad.
El consumo y la producción sostenibles implican un uso eficiente de los recursos, teniendo en cuenta los servicios de los ecosistemas que son clave para ganarse la vida, y reduciendo el impacto de los productos químicos peligrosos. Esto no sólo supone beneficios medioambientales, sino también sociales y económicos, como el aumento de la competitividad, el desarrollo del sector empresarial en un mercado global, el aumento del empleo y la mejora de la salud y, en consecuencia, la reducción de la pobreza. Los modelos de consumo y producción sostenibles son, por tanto, un requisito previo para la transición hacia una economía verde y un desarrollo sostenible.
El consumo y la producción sostenibles son una cuestión transversal que complementa otros objetivos. La transición hacia patrones de consumo y producción sostenibles requiere una serie de herramientas y medidas a varios niveles que deben ser aplicadas por diversos actores. La educación es una piedra angular importante. A través de la educación, las personas pueden adquirir los valores, conocimientos y habilidades que les permitan contribuir al desarrollo sostenible. Otra piedra angular es la información. Una información clara y de fácil acceso en forma de etiquetado medioambiental, servicios de información al consumidor, información sobre los productos en las tiendas e información en línea, etc., permite a los consumidores y a otros agentes elegir productos y servicios de forma responsable y sostenible, y adoptar estilos de vida más sostenibles.
Cómo lograr un consumo y una producción responsables
La transición hacia el consumo y la producción sostenibles de bienes y servicios es necesaria para reducir el impacto negativo sobre el clima y el medio ambiente, así como sobre la salud de las personas. Los países en desarrollo, en particular, se ven muy afectados por el cambio climático y otros impactos ambientales, que provocan un aumento de la pobreza y una reducción de la prosperidad.
El consumo y la producción sostenibles implican un uso eficiente de los recursos, teniendo en cuenta los servicios de los ecosistemas que son clave para ganarse la vida, y reduciendo el impacto de los productos químicos peligrosos. Esto no sólo supone beneficios medioambientales, sino también sociales y económicos, como el aumento de la competitividad, el desarrollo del sector empresarial en un mercado global, el aumento del empleo y la mejora de la salud y, en consecuencia, la reducción de la pobreza. Los modelos de consumo y producción sostenibles son, por tanto, un requisito previo para la transición hacia una economía verde y un desarrollo sostenible.
El consumo y la producción sostenibles son una cuestión transversal que complementa otros objetivos. La transición hacia patrones de consumo y producción sostenibles requiere una serie de herramientas y medidas a varios niveles que deben ser aplicadas por diversos actores. La educación es una piedra angular importante. A través de la educación, las personas pueden adquirir los valores, conocimientos y habilidades que les permitan contribuir al desarrollo sostenible. Otra piedra angular es la información. Una información clara y de fácil acceso en forma de etiquetado medioambiental, servicios de información al consumidor, información sobre los productos en las tiendas e información en línea, etc., permite a los consumidores y a otros agentes elegir productos y servicios de forma responsable y sostenible, y adoptar estilos de vida más sostenibles.
Ejemplos de consumo y producción responsables
El consumo y la producción mundiales -fuerza motriz de la economía global- se apoyan en el uso del medio ambiente y los recursos naturales de una manera que sigue teniendo impactos destructivos en el planeta.
El progreso económico y social del último siglo ha ido acompañado de una degradación del medio ambiente que pone en peligro los sistemas de los que depende nuestro desarrollo futuro y nuestra propia supervivencia.
El consumo y la producción sostenibles consisten en hacer más y mejor con menos. También se trata de disociar el crecimiento económico de la degradación medioambiental, aumentar la eficiencia de los recursos y promover estilos de vida sostenibles.
ActúaAhora por la Moda Cero ResiduosTitouan Chassagne2019-08-15T10:34:53-04:0015 Ago 2019|La acción climática, a nivel individual, implica cambiar los hábitos y las rutinas tomando decisiones que tengan efectos menos perjudiciales para el medio ambiente.Leer más
Problemas de consumo y producción responsables
Objetivo 12: Consumo y producción responsablesLograr el crecimiento económico y el desarrollo sostenible requiere que reduzcamos urgentemente nuestra huella ecológica cambiando la forma en que producimos y consumimos bienes y recursos. La agricultura es el mayor consumidor de agua en todo el mundo, y la irrigación reclama ahora cerca del 70% de toda el agua dulce para uso humano.
La gestión eficiente de nuestros recursos naturales compartidos y la forma en que eliminamos los residuos tóxicos y los contaminantes son objetivos importantes para lograr este objetivo. Animar a las industrias, las empresas y los consumidores a reciclar y reducir los residuos es igualmente importante, así como apoyar a los países en desarrollo para que adopten modelos de consumo más sostenibles para 2030.
Una gran parte de la población mundial sigue consumiendo demasiado poco para satisfacer incluso sus necesidades básicas. Reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita a nivel de minoristas y consumidores también es importante para crear cadenas de producción y suministro más eficientes. Esto puede contribuir a la seguridad alimentaria y a la transición hacia una economía más eficiente en cuanto a recursos.