6 razones por las que acudir a terapia

Los desafíos a los que nos enfrentamos en muchas ocasiones hacen que tengamos la sensación de que no podemos con ello, aunque a menudo se piensa que pedir ayuda es reconocer una derrota. Nada más lejos de la realidad.

Todo el mundo, en algún momento de su vida, tiene que enfrentarse a situaciones estresantes o cambios bruscos. Episodios que en muchos casos pueden llevar a tensión o carga emocional. A veces se pasan por sí solos y otras parece que no hacen sino aumentar. Es en estos casos en los que puede hacer falta pedir ayuda.

Por desgracia, en nuestra sociedad está muy arraigada la idea de que solo los desequilibrados acuden a terapia, y por eso se resisten a reconocer que no pueden salir de la situación por sí mismos. Aquí veremos 6 motivos por los que puede hacer falta recurrir a un experto que nos ayude a superarlo.

1- Pedir ayuda es un signo de fortaleza

En Auria Psicología destacan una de las claves por las que hay que acudir a terapia cuando la situación lo requiera.

Lejos de ser un síntoma de debilidad, quien reconoce que necesita ayuda se hace más fuerte, porque tiene consciencia de que no puede afrontarlo por sus propios medios. Ponerse en manos de alguien que disponga de otros recursos hace que el problema se haga menos profundo.

2- Facilita el manejo de las emociones

Cuando aparecen emociones negativas o momentos de angustia, a veces uno no es capaz de manejarlas. No hace falta que ocurra un desastre en la vida para sentirse así, y a veces se trata de la acumulación de cosas pequeñas que van aumentando la carga.

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Alicia García Aguilar recomienda acudir a terapia para encontrar el origen de esos sentimientos y aprender a manejarlos para que causen el menor daño posible.

3- Evitar más daños

En algunas ocasiones, quienes tratan de afrontar su situación por sí solos acaban recurriendo a ciertas sustancias con el fin de aliviar su carga emocional. Esto no hace más que agravar el problema, porque cuando sus efectos se diluyen todo vuelve a salir, y para volver a acallarlo se tiene que aumentar la cantidad, hasta tener un problema más: la adicción.

Si se acude a terapia, se frena el deseo de evadirse recurriendo a estas alternativas, y si ya se ha entrado en esta espiral también puede ayudar a combatir el problema añadido.

4- Mejora la relación con otros

En algunas ocasiones el estrés y los problemas pueden influir en la relación que se tiene con otras personas. Se puede llegar a romper la comunicación y abstraerse en uno mismo, hasta el punto de aislarse por completo.

En algunos casos, recursos como un master en coaching o un experto en terapia emocional puede ayudar a reconectar con las personas del entorno, aliviando en buena medida la sensación de soledad que se siente a menudo cuando se deja llevar por la situación.

5- Mejora el sueño

Una de las cosas a las que afecta la carga emocional es a la calidad del sueño. Teniendo en cuenta que el descanso es algo fundamental para mejorar el bienestar, es importante conseguir un sueño reparador. La terapia puede contribuir a que las emociones no influyan de forma negativa en el descanso y se logre una sensación más positiva.

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6- A veces, basta con hablar con alguien

A menudo quienes se ponen delante de un terapeuta y cuentan cómo se sienten se dan cuenta de que la solución está más cerca de lo que piensan. Las ideas surgen solas cuando se habla, y en otros casos lo único que hace falta es desahogarse con alguien que escuche sin emitir un juicio.