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Dermatitis acral por lamido
Dermatitis por lamedura acral vin
¿Cuál es su protocolo de diagnóstico y tratamiento para el granuloma por lamedura acral? Ian Spiegel, VMD, MHS, DACVLa dermatitis por lamedura acral, también conocida como granuloma por lamedura acral o furunculosis por lamedura acral, es una condición dermatológica autoinducida en los perros que se desarrolla de forma secundaria al lamido compulsivo o excesivo y crónico en una o más áreas. Esta condición dermatológica es una de las más desafiantes y frustrantes que manejo. Se sospecha que más de la mitad de los perros con dermatitis por lamido acral tienen afecciones concurrentes basadas en el miedo o la ansiedad, o ambas (por ejemplo, ansiedad por separación, fobia al ruido, agresividad relacionada con la ansiedad).
La afección incita al paciente afectado a lamer excesivamente una o varias zonas, provocando la pérdida de pelo y la erosión de las capas superficiales de la piel. El resultado es un autotraumatismo que conduce a una infección focal, y la consecuencia es un lamido aún mayor. Se cree que este ciclo se agrava aún más por la idea de que las células o nervios locales que se dañan liberan endorfinas que no sólo actúan como fuertes analgésicos sino que proporcionan un «subidón» natural y llevan a los pacientes afectados a lamerse más y más.SIGNOS CLÍNICOS Y CURSO DE LA ENFERMEDAD
Dermatitis acral
Este problema es habitual en las consultas veterinarias y puede deberse a una afección denominada dermatitis por lamido acral, una patología común en los perros de razas grandes y que debe conocerse para actuar de inmediato.
La dermatitis por lamido acral, también llamada granuloma lamelar o forunculosis acral, es una patología típica de la especie canina que se manifiesta con un lamido excesivo del perro en la zona del carpo en las extremidades anteriores, o del tarso en las posteriores.
Esta afección provoca una lesión o granuloma muy similar a una herida en el animal. La dermatitis acral por lamido suele darse en perros de razas grandes, como el labrador, el bóxer, el pastor alemán, el doberman y el gran danés.
En muchos casos, es difícil determinar si la herida expuesta ha aparecido debido a una afección específica o se ha generado como consecuencia del lamido del animal. Esto se debe a que, en la mayoría de las consultas, el animal es revisado cuando la afección es crónica.
Sea cual sea la causa, lo cierto es que el lamido de la mascota agrava la lesión y es algo que el animal no puede evitar porque le resulta agradable, generando un círculo vicioso que puede derivar en un comportamiento compulsivo. Por lo tanto, hay que actuar para resolverlo cuanto antes.
Dermatitis acral por lamedura del perro
Los granulomas por lamido acral (también conocidos como dermatitis por lamido acral), que suelen aparecer en la parte delantera de la pata inferior de los perros, son lesiones que se desarrollan como resultado del lamido crónico y compulsivo. El término proviene de la ubicación («acral», o perteneciente a las extremidades) y de la causa (lamido). El lamido constante provoca la pérdida de pelo y la erosión o ulceración de las capas superficiales de la piel, lo que conduce a una marcada inflamación de la piel y a una infección focal.
Con el tiempo, la piel de la zona afectada se enrojece, se eleva y se engrosa, y el lamido constante impide la curación. Es probable que el lamido y la inflamación también provoquen picor en la zona, lo que conduce a más lamidos y al temido ciclo de picor y lamido. También se cree que los nervios locales se dañan y que el lamido constante libera endorfinas, que actúan como alivio del dolor y consuelo para el animal.
Cuando se busquen signos clínicos, hay que tener en cuenta que los granulomas por lamido acral son heridas cutáneas que suelen localizarse en la zona distal de la pata delantera o trasera del perro. En raras ocasiones, pueden aparecer en el flanco o en la base de la cola. Algunos perros pueden tener varios granulomas labiales a la vez.
Granuloma de lamido acral
Transmisión o causa: Las causas de los granulomas por lamido acral incluyen infecciones causadas por bacterias, hongos o ácaros; alergias, cáncer, enfermedades articulares o traumatismos previos; y un trastorno obsesivo-compulsivo causado en algunos perros por el aburrimiento. Los perros se ven incitados por su estado a lamerse una zona hasta provocar la pérdida de pelo y la erosión de las capas superficiales de la piel. La consecuencia es un mayor picor, que a su vez provoca más lamidos. Este ciclo de picor-lamido se ve exacerbado por el hecho de que las células dañadas liberan endorfinas, o sustancias químicas del cerebro, que son potentes analgésicos. Con el tiempo, el lamido puede causar infecciones secundarias, engrosamiento de la piel y cambios en la pigmentación.
Animales afectados: El granuloma acral puede afectar a perros de ambos sexos y de todas las razas; sin embargo, los machos o los perros de más de cinco años se ven afectados con mayor frecuencia. Entre las razas propensas a padecer esta enfermedad se encuentran el gran danés, el doberman pinscher, el labrador retriever, el golden retriever, el pastor alemán y el setter irlandés.
Descripción: Los granulomas acrales son un trastorno de la piel de los perros que se ve con frecuencia y que se agrava cuando el perro se lame constantemente la zona afectada. Dado que el lamido repetido dificulta la resolución de la lesión, debe evitarse que los perros laman el granuloma acral hasta que la herida haya sanado por completo. Los granulomas acrales por lamido tienen varias causas posibles. La enfermedad suele ser molesta tanto para los propietarios como para sus perros. Un veterinario puede aplicar las terapias médicas adecuadas para tratar el granuloma acral y prevenir su reaparición.