Sintomas de no dormir

Efectos psicológicos de la falta de sueño

El sueño es tan importante para el cuerpo humano como la comida y el agua, pero muchos de nosotros no dormimos lo suficiente. El sueño insuficiente, la calidad inadecuada del sueño o las interrupciones del ciclo de sueño-vigilia (como las que se producen con el trabajo por turnos o los viajes a una zona horaria diferente) tienen consecuencias en nuestro funcionamiento diurno, provocando somnolencia y fatiga.
Una persona fatigada y somnolienta es propensa a los accidentes, tiene problemas de juicio y es más probable que cometa errores y tome malas decisiones. Estar despierto durante 24 horas conlleva una reducción de la coordinación entre manos y ojos que es similar a tener una tasa de alcohol en sangre de 0,1. Por ello, la falta de sueño contribuye a los accidentes de tráfico y a las lesiones laborales.
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Efectos a largo plazo de la falta de sueño

La falta de sueño, también conocida como insuficiencia de sueño o insomnio, es la condición de no tener una duración y/o calidad de sueño adecuada para mantener el estado de alerta, el rendimiento y la salud. Puede ser crónica o aguda y puede variar mucho en cuanto a su gravedad.
La privación de sueño aguda se produce cuando un individuo duerme menos de lo habitual o no duerme en absoluto durante un breve periodo de tiempo, que suele durar uno o dos días. La privación crónica del sueño se produce cuando un individuo duerme habitualmente menos de la cantidad óptima para un funcionamiento ideal. La carencia crónica de sueño se confunde a menudo con el término insomnio. Aunque tanto la carencia crónica de sueño como el insomnio comparten la disminución de la cantidad y/o la calidad del sueño, así como el deterioro de las funciones, su diferencia radica en la capacidad de conciliar el sueño. Los individuos con carencia de sueño son capaces de dormirse rápidamente cuando se les permite, pero los que padecen insomnio tienen dificultades para conciliar el sueño[1].
Un estado crónico de restricción del sueño afecta negativamente al cerebro y a la función cognitiva[2]. Sin embargo, en un subconjunto de casos, la privación del sueño puede conducir paradójicamente a un aumento de la energía y el estado de alerta y a una mejora del estado de ánimo; aunque nunca se han evaluado sus consecuencias a largo plazo, la privación del sueño se ha utilizado incluso como tratamiento de la depresión[3][4].

Efectos de la falta de sueño en el cerebro

El sueño no REM incluye lo que comúnmente se conoce como sueño profundo o sueño de ondas lentas. El sueño suele producirse durante el sueño REM. Por lo general, el sueño no-REM y el sueño REM se producen en un patrón regular de 3 a 5 ciclos cada noche.
Su capacidad para funcionar y sentirse bien mientras está despierto depende de si está durmiendo lo suficiente en total y lo suficiente de cada tipo de sueño. También depende de si está durmiendo a una hora en la que su cuerpo está preparado y listo para dormir.
Tienes un «reloj corporal» interno que controla cuándo estás despierto y cuándo tu cuerpo está preparado para dormir. Este reloj suele seguir un ritmo que se repite durante 24 horas (llamado ritmo circadiano). Este ritmo afecta a todas las células, tejidos y órganos del cuerpo y a su funcionamiento. (Para más información, vaya a «¿Qué le hace dormir?»)
La falta de sueño puede interferir en el trabajo, la escuela, la conducción y el funcionamiento social. Puedes tener problemas para aprender, concentrarte y reaccionar. Además, puede resultarle difícil juzgar las emociones y reacciones de los demás. La falta de sueño también puede hacer que te sientas frustrado, de mal humor o preocupado en situaciones sociales.

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Significado de la falta de sueño

Sí, la falta de sueño puede afectar a tu sistema inmunitario. Los estudios demuestran que las personas que no tienen un sueño de calidad o que no duermen lo suficiente son más propensas a enfermar tras exponerse a un virus, como el del resfriado común. La falta de sueño también puede afectar a la rapidez con la que te recuperas si te pones enfermo.
Durante el sueño, el sistema inmunitario libera unas proteínas llamadas citoquinas, algunas de las cuales ayudan a promover el sueño. Ciertas citoquinas deben aumentar cuando se tiene una infección o inflamación, o cuando se está bajo estrés. La falta de sueño puede disminuir la producción de estas citoquinas protectoras. Además, los anticuerpos y las células que combaten las infecciones se reducen durante los periodos en los que no se duerme lo suficiente.
¿Cuántas horas de sueño necesita para reforzar su sistema inmunitario? La cantidad óptima de sueño para la mayoría de los adultos es de siete a ocho horas de buen sueño cada noche. Los adolescentes necesitan de nueve a diez horas de sueño. Los niños en edad escolar pueden necesitar 10 o más horas de sueño.