Ramon y cajal descubrimientos

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Santiago Ramón y Cajal (1 de mayo de 1852 – 17 de octubre de 1934)[1][2] fue un neurocientífico, patólogo e histólogo español especializado en neuroanatomía y sistema nervioso central. Junto con Camillo Golgi, recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1906[3]. Ramón y Cajal fue la primera persona de origen español en ganar un Premio Nobel científico. Sus originales investigaciones sobre la estructura microscópica del cerebro le convirtieron en pionero de la neurociencia moderna.

Santiago Ramón y Cajal nació el 1 de mayo de 1852 en la localidad navarra de Petilla de Aragón, España[1] De niño fue trasladado muchas veces de una escuela a otra por un comportamiento declarado pobre, rebelde y que mostraba una actitud antiautoritaria. Un ejemplo extremo de su precocidad y rebeldía a la edad de once años es su encarcelamiento en 1863 por destruir la puerta del patio de su vecino con un cañón casero[5] Era un pintor, artista y gimnasta entusiasta, pero su padre no apreciaba ni fomentaba estas habilidades, aunque estos talentos artísticos contribuirían a su éxito más adelante. [Su padre le puso como aprendiz a un zapatero y a un barbero, para «intentar dar a su hijo la disciplina y la estabilidad que tanto necesitaba»[2] Ramón y Cajal como joven capitán en la Guerra de los Diez Años en Cuba, 1874.

Dibujos de neuronas de santiago ramón y cajal

Más de un siglo después de sus grandes descubrimientos, el médico español Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) sigue siendo una leyenda científica en todo el mundo. Y sus ideas, adelantadas a su tiempo, inspiran a quienes hoy persiguen uno de los mayores retos pendientes de la medicina: cómo reparar el cerebro y el tejido nervioso.

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No buscaba tratamientos milagrosos. El sistema nervioso simplemente le fascinaba y dedicó gran parte de su vida y de sus investigaciones a estudiarlo y describirlo. Descubrió que el tejido cerebral y nervioso está compuesto por células individuales (neuronas). Su nueva y revolucionaria teoría, llamada «doctrina de la neurona», fue el punto de partida de la neurociencia moderna, y por ello obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 1906.

Tras este logro, Ramón y Cajal siguió describiendo fielmente el paisaje neuronal, profundizando en él con su microscopio. Por esos retratos neurológicos, como los de las espinas dendríticas, merecería un segundo Nobel póstumo -si eso fuera posible-. Sin embargo, hasta los años setenta (cuando el microscopio electrónico estaba suficientemente avanzado) no se apreció la importancia de las espinas dendríticas: Ramón y Cajal tenía razón cuando intuía su papel en la comunicación entre neuronas, actuando como receptoras de los impulsos nerviosos.

Universidad de zaragoza

Cuando Santiago Ramón y Cajal comenzó a desentrañar la fina estructura del sistema nervioso en las últimas décadas del siglo XIX y principios del XX quizá sólo su inmejorable alma de español valiente imaginaba que la mayoría de las descripciones eran verdades científicas que perduraban hasta hoy. Simples tinciones histológicas, …

¡Cuando Santiago Ramón y Cajal comenzó a desentrañar la fina estructura del sistema nervioso en las últimas décadas del siglo XIX y principios del XX quizás sólo su inmejorable alma de valiente español imaginó que la mayoría de las descripciones eran verdades científicas que perduraban hasta la fecha! Sencillas tinciones histológicas, curiosidad por mejorarlas, microscopios monoculares, paciencia para dibujar sus observaciones y una rica mente abierta e imaginativa: este es el recipiente del éxito de Cajal. Sus descripciones de la conectividad del sistema nervioso, recopiladas en la opus magna de Cajal publicada en 1904 («Textura del sistema nervioso del hombre y los vertebrados») y 1911 («Histologie du systeme nerveux»), han sido corroboradas por las técnicas modernas década tras década. Más aún, las principales hipótesis que Cajal planteó son universalmente reconocidas como leyes biológicas, hoy en día: la teoría de la neurona, la ley de la polarización dinámica de la neurona y la hipótesis quimiotrópica. Es decir: el sistema nervioso no es una red sincitial, sino que está formado por células individuales; la transmisión de los impulsos nerviosos sigue una dirección principal dentro de una neurona determinada; los axones son guiados por sustancias químicas de forma quimotrópica, hasta formar sinapsis con sus objetivos.

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Citas de santiago ramón y cajal

Santiago Ramón y Cajal (1 de mayo de 1852 – 17 de octubre de 1934) fue un médico y científico español considerado el fundador de la neurobiología moderna (Sotelo, 2003). Fue el primero en informar con precisión sobre la anatomía fina del sistema nervioso. Sus hallazgos fueron fundamentales en la elaboración de la doctrina de la neurona: Cajal demostró que el sistema nervioso estaba formado por células individuales (neuronas, término acuñado por Waldeyer) conectadas entre sí por pequeñas zonas de contacto (sinapsis, término acuñado por Sherrington). Las tres estructuras anatómicas que Deiters había descrito como separadas -el cuerpo celular, el cilindro del eje (el axón) y los procesos protoplásmicos (arborizaciones dendríticas) (Fig. 2)- formaban en realidad parte de una célula nerviosa individual.

Los estudios anatómicos de Cajal se presentaron siempre en un contexto funcional (Llinás, 2003). Una de sus hipótesis más perspicaces fue que las neuronas estaban funcionalmente polarizadas, es decir, que los impulsos eléctricos se propagan desde las dendritas al cuerpo celular hasta el axón. Consideró, con razón, que las neuronas son unidades de procesamiento de información que establecen conexiones y se organizan en redes dinámicas para cumplir sus diversas funciones. La doctrina de la neurona constituye la base de nuestra comprensión de la organización del sistema nervioso, lo que ha dado a Cajal, su principal arquitecto, la talla de científicos como Galileo, Newton y Darwin (Shepherd, 1991).