Hospital de basurto pabellones

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La candidemia es una de las principales causas de infecciones nosocomiales del torrente sanguíneo[1, 2] y tiene una elevada mortalidad atribuible[3-6]. La mayoría de las series han abordado las características y el manejo de la enfermedad en pacientes oncohematológicos[7-9] o en estado crítico[10-20], aunque en los últimos años la atención se ha desplazado hacia los episodios de candidemia en los servicios de medicina interna[21-25].
Los datos sobre la candidemia en los servicios quirúrgicos son muy escasos y sólo se han estudiado los episodios ocurridos en un entorno quirúrgico específico[26]. Además, hasta donde sabemos, la candidemia en las salas de cirugía nunca se ha comparado directamente con los episodios en las salas de medicina.
Hemos realizado un subanálisis del estudio CANDIPOP para describir los episodios de candidemia diagnosticados en las salas quirúrgicas, compararlos con los episodios ocurridos en las salas médicas y analizar el impacto de las estrategias terapéuticas en la mortalidad.
Los resultados que aquí se presentan constituyen un subanálisis del Estudio Poblacional Multicéntrico sobre Candidemia en España (CANDIPOP). El periodo de vigilancia de la candidemia fue de mayo de 2010 a abril de 2011 e incluyó a todos los pacientes que desarrollaron un episodio de candidemia (independientemente de la sala de hospitalización en la que se produjo la infección) en 29 hospitales participantes, situados en cinco de los mayores términos municipales de España (con una población de 9.498.980 habitantes, el 20% de la población española). Los criterios de inclusión, la población del estudio, la metodología, los estudios microbiológicos y los resultados se han descrito ampliamente en otros lugares[15, 27]. Brevemente, durante el periodo de estudio los laboratorios locales identificaron diariamente a los pacientes y los comunicaron a los coordinadores del estudio, que recogieron los datos utilizando un formulario estandarizado de notificación de casos. Los datos incluían las características demográficas y clínicas, los factores de riesgo de candidemia, el tratamiento antifúngico y el control de la fuente. Se registraron los resultados del seguimiento a los treinta días de cada paciente. Dado el carácter observacional del estudio, los pacientes fueron tratados de acuerdo con la atención clínica habitual.

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Se comprobó si existían diferencias por tiempo de respuesta al mailing para las distintas variables (Tabla 3) y se encontró que esto era significativo para la edad, el estado civil y quién rellenaba el cuestionario; es decir, la respuesta más tardía era más probable por parte de los pacientes de mayor edad, los viudos y los que necesitaban ayuda para contestar el cuestionario. No hubo diferencias discernibles por sexo, nivel de estudios o situación laboral.Tabla 3 Estadísticas descriptivas por envíoTabla de tamaño completo
Al evaluar las puntuaciones de satisfacción del cuestionario en función del tiempo de respuesta a los envíos y de quiénes los respondieron, se observó que los que completaron el cuestionario con ayuda obtuvieron sistemáticamente puntuaciones más bajas que los que respondieron por sí mismos (Tabla 4). Se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los tres envíos y para los dominios de información, atención humana, comodidad e intimidad, pero no para los dominios de visitas y limpieza, tanto para los que respondieron por sí mismos como con ayuda. Se encontró una tendencia hacia una mayor satisfacción para los que respondieron pronto y una tendencia hacia una menor satisfacción para los que respondieron más tarde para los que respondieron ellos mismos o con ayuda.Tabla 4 Puntuaciones medias de satisfacción de los pacientes según los tiempos de respuesta al envío y la persona que respondeTabla completa

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El antiguo San Mamés es uno de esos míticos estadios españoles que dejaron de existir hace unos años. Prácticamente en el mismo lugar el nuevo templo del Athletic Club. Hoy vamos a recordar una curiosa y bella tradición que tuvo lugar en ‘La Catedral’ durante unos años.
La tuberculosis fue una terrible enfermedad que asoló España hasta bien entrada la primera mitad del siglo XX. En Bilbao, las camas del hospital de Basurto se quedaron, a finales del siglo XIX, cortas para atender a los enfermos que padecían esta dolencia, a pesar de que el pabellón de tuberculosos era el más grande de dicho centro. Eso hizo que, en 1927, gracias al filántropo Luis Brinas, se construyera un hospital, que llevaba su nombre, para atender exclusivamente a los tuberculosos, muy especialmente a los niños. Aun así, la demanda seguía siendo muy superior a las camas existentes.
A partir de 1930 se sucedieron las ampliaciones del citado hospital, que, posteriormente, pasaría a llamarse Santa Marina. Entre 1941 y 1942 el hospital duplicó su capacidad, llegando a las 650 camas, con sección infantil incluida (después de la Guerra Civil existía también otro centro médico para el tratamiento de menores que padecían la terrible enfermedad, el Sanatorio Marítimo de Górliz, pero con menos capacidad que Santa Marina).

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el barrio pudo mantener hasta hace poco su carácter popular, sin embargo, el lado sur del barrio representa una cara completamente diferente: alberga exclusivamente oficinas(sobre todo pertenecientes al Vaticano), un auditorio y el gran hospital del espíritu santo.
el barrio pudo mantener hasta hace poco su carácter popular, sin embargo en el lado sur el barrio muestra una cara completamente diferente: alberga exclusivamente oficinas(sobre todo pertenecientes al Vaticano), un auditorio y el gran hospital del espíritu santo.
Una noche, hace unos años, estuve en la sala de urgencias de un hospital con unos padres que acababan de perder a una hija (y cuyo hijo fallecería pronto) por las heridas sufridas en un accidente de tráfico.
Hace cinco años, cuando el doctor matias bruzoni era un nuevo becario de cirugía pediátrica en el hospital infantil lucile packard de stanford, su dominio del español le permitía acompañar a menudo a otros cirujanos a consultar a familias hispanas que hablaban poco inglés.