Fotos de blas infante

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Blas Infante Pérez de Vargas (5 de julio de 1885 – 11 de agosto de 1936) fue un político andaluz español, georgista,[2] escritor, historiador y musicólogo, conocido como el padre del nacionalismo andaluz (Padre de la Patria Andaluza)[3].
Infante fue un idealista georgista que inició una asamblea en Ronda en 1913. Esta asamblea adoptó una carta basada en la Constitución Federal de Antequera, de carácter autonomista, redactada en 1883 durante la Primera República Española[4]. También adoptó la bandera y el emblema actuales como «símbolos nacionales», diseñados por el propio Infante basándose en varios estandartes históricos andaluces[5] Durante la Segunda República Española, el andalucismo estuvo representado por la Junta Liberalista, un partido político federalista dirigido por Infante.
Infante fue una de las numerosas figuras políticas que fueron ejecutadas sumariamente por las fuerzas de Franco cuando tomaron Sevilla al comienzo de la Guerra Civil española. Como autonomista regional y socialista libertario, se hizo acreedor en dos ocasiones a su inclusión en la lista de liquidación.

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Biografía de Blas InfanteEstás aquí: Home1 / Blas Infante2 / Biografía de Blas InfanteBlas Infante Pérez nació en la calle Carrera no. 51 el 5 de julio de 1885. Era hijo de Luis Infante Andrades y Ginesa Pérez Romo, una familia de agricultores acomodados.
En esta época, Blas Infante ingresó en el Ateneo de Sevilla donde conoció a gente del movimiento nacionalista «Andalucismo Culturista», del que nació «El Ideal Andaluz», su primera obra y que contenía las bases ideológicas de la política nacionalista andaluza.
Sus siguientes destinos como notario fueron Isla Cristina desde 1922, donde escribió gran parte de sus obras publicadas, y, en 1930, Coria del Río, donde construyó la que fue su casa, Dar Al Farah o Casa de la Alegría.
Más cerca de Sevilla y durante la Segunda República, Blas Infante participó activamente en la vida política. En 1931 se presentó de nuevo a las elecciones por la Candidatura Republicana Revolucionaria Federalista Andaluza y en este periodo también contribuyó a la transformación de los Centros Andaluces en las Juntas Liberalistas de Andalucía, revitalizando el proceso estatutario.

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El derecho de los lobos, by Stefano De Bellis and Edgardo Fiorillo (translated by Carlos Gumpert Melgosa, Alfaguara). Alfaguara is giving us some good titles of historical intrigues coming from Italy. On this occasion, it takes us into a violent story in Ancient Rome, with Cicero in the foreground.
Los colores del tiempo, by Ana Alonso (Espasa). This novel, from the Planeta imprint, is a leap into adult literature by an author already acclaimed in children’s and young adult literature, and will take us into the post-war period.
The Fort, by Adrian Goldsworthy (translation by Pedro Santamaría, Pamies). Goldsworthy left a good taste with his Roman trilogy set in Roman Britain, now he makes his protagonists jump from the misty island to Dacia and gets them back into the adventures and battles of the house.
It is the 10th century in the Iberian Peninsula. These are times of disloyalty and wars in the Christian kingdoms, dedicated in turn to the reconquest against the Arabs, whose dominions seem more and more powerful. And the survival of the kingdom of León is threatened by the powerful caliphate of Qurtuba of Abderramán III. Faced with the obvious military inferiority of his armies, King Ramiro II puts his hopes in a legendary object cited in ancient documents; only that could grant him the power of victory. The monk Julian and Alvar Laínez, son of the Count of Aquilare, will be in charge of finding it. To do so, they will have to travel through all the Hispanic lands, and in their travels they will discover friendship and even love; but they will be harassed, betrayed and coerced, since there are many who, even in the king’s own court, do not look kindly on their mission. Death pursues them insistently? and their main objective will be to survive.