El choque de las civilizaciones

Puntos fuertes y débiles del choque de civilizaciones

El choque de civilizaciones es una tesis según la cual las identidades culturales y religiosas de las personas serán la principal fuente de conflictos en el mundo de la posguerra fría. El politólogo estadounidense Samuel P. Huntington sostuvo que las guerras futuras no se librarán entre países, sino entre culturas. Lo propuso en una conferencia de 1992 en el American Enterprise Institute, que luego desarrolló en un artículo de 1993 en Foreign Affairs titulado «¿El choque de civilizaciones?»,[1] en respuesta al libro de 1992 de su antiguo alumno Francis Fukuyama, El fin de la historia y el último hombre. Huntington amplió posteriormente su tesis en un libro de 1996, The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order.
Huntington comenzó su reflexión analizando las diversas teorías sobre la naturaleza de la política mundial en el periodo posterior a la Guerra Fría. Algunos teóricos y escritores sostenían que los derechos humanos, la democracia liberal y la economía capitalista de libre mercado se habían convertido en la única alternativa ideológica que les quedaba a las naciones en el mundo de la posguerra fría. En concreto, Francis Fukuyama argumentó que el mundo había llegado al «fin de la historia» en un sentido hegeliano.

El libro del choque de civilizaciones

Samuel Phillips Huntington (18 de abril de 1927 – 24 de diciembre de 2008) fue un politólogo, asesor y académico estadounidense. Pasó más de medio siglo en la Universidad de Harvard, donde fue director del Centro de Asuntos Internacionales de Harvard y profesor universitario Albert J. Weatherhead III.
Durante la presidencia de Jimmy Carter, Huntington fue el Coordinador de Planificación de Seguridad de la Casa Blanca para el Consejo de Seguridad Nacional. Durante la época del apartheid en Sudáfrica, en los años 80, fue asesor de los Servicios de Seguridad de P. W. Botha.
Es más conocido por su teoría de 1993, el «Choque de Civilizaciones», de un nuevo orden mundial posterior a la Guerra Fría. Sostuvo que las futuras guerras no se librarían entre países, sino entre culturas, y que el extremismo islámico se convertiría en la mayor amenaza para el dominio occidental del mundo. A Huntington se le atribuye el mérito de haber contribuido a conformar los puntos de vista de Estados Unidos sobre las relaciones entre civiles y militares, el desarrollo político y el gobierno comparado[1]. Según el Open Syllabus Project, Huntington es el segundo autor más citado en los programas universitarios de los cursos de ciencias políticas[3].

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El choque de civilizaciones asuntos exteriores

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The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order (El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial) es una ampliación del artículo de Foreign Affairs de 1993 escrito por Samuel Huntington que planteaba la hipótesis de un nuevo orden mundial tras la Guerra Fría. Antes del final de la Guerra Fría, las sociedades estaban divididas por diferencias ideológicas, como la lucha entre la democracia y el comunismo. La tesis principal de Huntington sostiene que «las distinciones más importantes entre los pueblos [ya no son] ideológicas, políticas o económicas. Son culturales» (21). Se producirán nuevos patrones de conflicto a lo largo de las fronteras de las diferentes culturas y se encontrarán patrones de cohesión dentro de las fronteras culturales.
Para comenzar su argumentación, Huntington refuta los paradigmas del pasado que han sido ineficaces para explicar o predecir la realidad del orden político mundial. «Necesitamos un mapa», dice Huntington, «que retrate la realidad y a la vez la simplifique de la manera que mejor sirva a nuestros propósitos» (31). Huntington desarrolla un nuevo «paradigma de la civilización» para crear una nueva comprensión del orden posterior a la Guerra Fría y llenar las lagunas de los paradigmas ya existentes. Para empezar, Huntington divide el mundo en ocho «grandes» civilizaciones:

Crítica del choque de civilizaciones

Al tratar de comprender las causas profundas de los acontecimientos del 11-S, muchos relatos han recurrido a la provocadora y controvertida tesis de Samuel P. Huntington del «choque de civilizaciones», que ha suscitado un fuerte debate. Los datos de las oleadas de 1995-2001 del Estudio de Valores Mundiales aportan pruebas de encuestas que nos permiten, por primera vez, cribar la verdad en este debate comparando las actitudes y los valores en 75 sociedades de todo el mundo, incluidos muchos estados islámicos y occidentales.
Los resultados confirman la primera afirmación de la tesis de Huntington: la cultura importa, y de hecho importa mucho, de modo que las herencias religiosas dejan su clara huella en los valores contemporáneos. Pero Huntington se equivoca esencialmente al suponer que el enfrentamiento central entre los mundos occidental e islámico se refiere a la democracia, ya que las pruebas sugieren sorprendentes similitudes en los valores políticos de estas sociedades. Sigue siendo cierto que las naciones islámicas difieren de Occidente en cuestiones de liderazgo religioso, pero no se trata de un simple enfrentamiento dicotómico, ya que muchos países de todo el mundo muestran actitudes similares hacia el Islam. Además, la tesis original no identifica la principal línea de fractura cultural entre Occidente y el Islam, relativa a las cuestiones sociales de la igualdad de género y la liberalización sexual. Los valores que separan al Islam de Occidente giran mucho más en torno a Eros que a Demos.