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Síntomas de transaminasas elevadas
Las elevaciones leves y asintomáticas de los niveles de alanina transaminasa (ALT) y aspartato transaminasa (AST), definidas como inferiores a cinco veces el límite superior de la normalidad, son frecuentes en la atención primaria. Se estima que la prevalencia de los niveles elevados de transaminasas es de aproximadamente el 10%, aunque menos del 5% de estos pacientes tienen una enfermedad hepática grave.1,2 Entender la epidemiología de cada condición que causa niveles elevados de transaminasas asintomáticos puede guiar la evaluación.3-6 Las elevaciones superiores a cinco veces el límite superior de la normalidad deben provocar una evaluación inmediata6 pero están fuera del alcance de este artículo.LO QUE ES NUEVO EN ESTE TEMA: NIVELES DE TRANSAMINASA HÍGARA LEVEMENTE ELEVADOSLa puntuación de fibrosis de la HGNA es una calculadora que utiliza datos clínicos para predecir el riesgo de complicaciones relacionadas con el hígado y la muerte por enfermedad avanzada. Los médicos deben remitir a un gastroenterólogo a los pacientes con una puntuación de fibrosis de la HGNA elevada, con un mayor riesgo de progresión o con una enfermedad hepática crónica coexistente.En un estudio prospectivo de dos años realizado en el Reino Unido que incluyó a casi 1.300 pacientes de atención primaria con niveles de transaminasas anormales, excluyendo la enfermedad del hígado graso (38% de los pacientes), menos del 5% de los exámenes diagnósticos revelaron una enfermedad hepática significativa, y sólo 17 personas (1,3%) tenían una enfermedad hepática grave que requería tratamiento inmediato.HGNA = enfermedad del hígado graso no alcohólico. Ampliar
Transaminasa de alanina alta
Tabla 1 Características generales de los participantes en función de la mediana de la proporción de ALT a ASTTTabla completaLas ingestas dietéticas de los participantes en función de la mediana de la proporción de ALT a AST se muestran en la Tabla 2. Los participantes con una proporción elevada de ALT a AST tenían una mayor ingesta de energía (2.442 frente a 2.219 kcal; P = 0,001) y densidad energética (101 frente a 93,7; P = 0,001), en comparación con los que tenían una proporción de ALT a AST inferior a la mediana. Los participantes que tenían una relación ALT/AST elevada tenían una ingesta dietética significativamente mayor de proteínas (95,6 frente a 82,3; P = 0,001), carbohidratos totales (358 frente a 332; P = 0,041), carbohidratos complejos (227 frente a 205; P = 0,036), grasas totales (83,3 frente a 72,8; P = 0,001), grasas monoinsaturadas (27. 82 frente a 24,36; P = 0,017), grasas trans (0,15 frente a 0,06; P = 0,004), colesterol (258 frente a 218; P = 0,001), fibra total (47,08 frente a 41,93; P = 0,014), así como el porcentaje de ingesta energética procedente de comidas rápidas (13,08 frente a 8,54; P = 0,001) y refrescos (6,81 frente a 5,14; P = 0,037). No hubo diferencias significativas en el porcentaje de ingesta de energía procedente de aperitivos dulces y salados entre los dos grupos.
Alimentos buenos para la reparación del hígado
La interpretación de las anomalías en las pruebas de función hepática es un problema común al que se enfrentan los médicos. Esto se ha vuelto más común con la introducción de las pruebas de laboratorio rutinarias automatizadas. No todas las personas que presentan una o más anomalías en estas pruebas tienen realmente una enfermedad hepática. En esta revisión se analizan las distintas pruebas bioquímicas, su fisiopatología y un enfoque para la interpretación de las pruebas de función hepática anormales.
Las pruebas más habituales son la alanina transaminasa (ALT) y la aspartato transaminasa (AST), la fosfatasa alcalina (ALP), la gammaglutamil transferasa, la bilirrubina sérica, el tiempo de protrombina o la razón internacional normalizada y la albúmina sérica (cuadro 1). Reflejan diferentes funciones del hígado, es decir, la excreción de aniones (bilirrubina), la integridad hepatocelular (transaminasas), la formación y el posterior flujo libre de la bilis (bilirrubina y ALP) y la síntesis de proteínas (albúmina).
Otras pruebas suelen ser realizadas por un especialista e incluyen la serología de la hepatitis, estudios de hierro y cobre, niveles de α1-antitripsina y autoanticuerpos. Las enzimas analizadas suelen estar elevadas en las enfermedades hepáticas, pero algunas enzimas también están presentes en otros tejidos y, por tanto, pueden estar elevadas en otras afecciones.Ante una anomalía en un paciente asintomático es imprescindible establecer que existe una anomalía en primer lugar, que es estadísticamente significativa (el valor normal es el valor medio en un grupo de individuos sanos ±2SD). Las pruebas deben repetirse y, si se confirman, deben tomarse las medidas adecuadas.
Alt elevada ast normal
Si tiene niveles elevados de ALT -una enzima hepática conocida como alanina aminotransferasa- puede deberse a un problema hepático. Esto es lo que necesita saber sobre estas enzimas hepáticas y cómo reducir sus niveles de ALT de forma natural.¿Qué es la ALT? La ALT es una enzima que se encuentra en las células del hígado y que ayuda a convertir las proteínas de los alimentos en energía. Si las células del hígado están inflamadas o lesionadas, pueden filtrar mayores cantidades de estas enzimas, lo que hace que se liberen en el torrente sanguíneo. Su nivel de ALT puede medirse mediante un análisis de sangre de ALT. Para los hombres, la cantidad normal oscila entre 29 y 33 unidades por litro (UI/L) de sangre. Para las mujeres, el rango es de 19 a 25 UI/L. Algunas de las causas comunes de un nivel elevado de ALT incluyen: Afortunadamente, un nivel elevado de ALT suele ser temporal y no indica un problema hepático grave. «Si tienes una prueba de enzimas hepáticas elevada, el primer paso es darle un tiempo y repetirla», dice el hepatólogo Zachary Henry, MD, profesor asociado en la División de Gastroenterología y Hepatología de la Universidad de Virginia. «A veces estos niveles suben y bajan, y puede haber sido sólo una pista falsa». Pero, si tiene niveles de ALT persistentemente altos, los siguientes cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducirlos y mejorar la salud de su hígado en general.