Contenidos
Retraso mental dsm v
Código de discapacidad intelectual del dsm-5
La discapacidad intelectual (DI), también conocida como discapacidad general del aprendizaje[3] y anteriormente como retraso mental (RM),[4][5] es un trastorno generalizado del neurodesarrollo que se caracteriza por un deterioro significativo del funcionamiento intelectual y adaptativo. Se define por un coeficiente intelectual inferior a 70, además de déficits en dos o más conductas adaptativas que afectan a la vida cotidiana. Las funciones intelectuales se definen en el DSM-V como el razonamiento, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el juicio, el aprendizaje académico y el aprendizaje a partir de la instrucción y la experiencia, y la comprensión práctica confirmada tanto por la evaluación clínica como por las pruebas estandarizadas. El comportamiento adaptativo se define en términos de habilidades conceptuales, sociales y prácticas que implican tareas realizadas por las personas en su vida cotidiana[6].
La discapacidad intelectual se subdivide en discapacidad intelectual sindrómica, en la que están presentes déficits intelectuales asociados a otros signos y síntomas médicos y conductuales, y discapacidad intelectual no sindrómica, en la que aparecen déficits intelectuales sin otras anomalías[7] El síndrome de Down y el síndrome X frágil son ejemplos de discapacidad intelectual sindrómica.
Características de la discapacidad intelectual
utilizados a lo largo de este manual, ambos términos se utilizan en el título para aclarar las relaciones con otros sistemas de clasificación. Además, una ley federal en los Estados Unidos (Ley Pública 111-256, Ley de Rosa) sustituye el término retraso mental por el de discapacidad intelectual, y las revistas de investigación utilizan el término discapacidad intelectual. Por lo tanto, discapacidad intelectual es el término de uso común en las profesiones médicas, educativas y de otro tipo, así como en el público no especializado y en los grupos de defensa.
La discapacidad intelectual no especificada se refiere a la discapacidad intelectual que es difícil de evaluar entre los individuos de más de 5 años de edad. Los sujetos con discapacidad intelectual no especificada deben ser reevaluados en un momento posterior. La dificultad para evaluar el alcance de la discapacidad intelectual puede deberse a una o varias de las siguientes condiciones:[2]
Niveles de discapacidad intelectual
Anteriormente llamada Retraso Mental, la Discapacidad Intelectual se refiere a un trastorno que se inicia durante el periodo de desarrollo (American Psychiatric Association, 2013). Consiste en ciertos déficits intelectuales y desafíos en el manejo de aspectos de la vida cotidiana como la escuela, el trabajo, el hogar, la vida social, la salud, entre otros. La discapacidad intelectual (DI) es una frase explicativa de la inteligencia subestándar que se produce por debajo de los dieciocho años, que es el período de desarrollo.
Mientras que el DSM-4 hacía hincapié en las puntuaciones del CI, esto no es así con el DSM-5. En su lugar, no se indica ninguna puntuación concreta para establecer el diagnóstico, y la evaluación se realiza en base a la presentación clínica completa del individuo (American Psychiatric Association, 2013). La base de este desarrollo fue que esta definición se inclinaba más hacia un fundamento conceptual, y no era aplicable a los casos reales. Con la definición anterior, un individuo que cumplía con la puntuación de corte podía tener problemas de adaptación en áreas clave del funcionamiento adaptativo, lo que hacía que el funcionamiento real del individuo fuera similar al de personas con una puntuación de CI mucho más baja. Además, el término anterior de retraso mental conllevaba un enorme estigma social y de afectación, de ahí la adaptación de la nueva terminología en el DSM-5. Mientras que se estima que el diez por ciento de los niños tiene algún déficit de aprendizaje, el tres por ciento tiene alguna forma de discapacidad intelectual.
Discapacidad intelectual, criterios dsm-5 pdf
La discapacidad intelectual afecta a cerca del uno por ciento de la población, y de ellos cerca del 85 por ciento tiene una discapacidad intelectual leve. Los hombres son más propensos que las mujeres a ser diagnosticados con discapacidad intelectual.
Algunas enfermedades mentales, del neurodesarrollo, médicas y físicas se dan con frecuencia en personas con discapacidad intelectual, como la parálisis cerebral, la epilepsia, el TDAH, el trastorno del espectro autista y los trastornos de depresión y ansiedad. Identificar y diagnosticar las enfermedades concurrentes puede ser un reto, por ejemplo, reconocer la depresión en un individuo con capacidad verbal limitada. Sin embargo, el diagnóstico y el tratamiento precisos son importantes para que cualquier persona tenga una vida sana y plena.