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Inicio de la crisis en españa
La crisis de la deuda
Ocho años después del inicio de la crisis económica en España (2008), su impacto en las tendencias migratorias debe ser reexaminado. La emigración de los jóvenes del sur de Europa durante la crisis, motivada por el elevado desempleo y la falta de oportunidades, ha sido analizada por diversos académicos. Estos estudiosos han destacado la modificación de los patrones migratorios en Portugal, España, Italia y Grecia, países con una tasa de migración neta positiva durante los años de crecimiento económico, y han estudiado la reversión a su antigua condición de países de emigración neta durante la recesión. Sin embargo, a pesar de que hoy, ocho años después del inicio de la crisis, la economía ha comenzado a mostrar signos de recuperación, existen evidencias de que las tendencias migratorias de los jóvenes españoles han cambiado. En consecuencia, la hipótesis principal de este trabajo es que los patrones migratorios españoles se han visto alterados por una tendencia a una mayor movilidad en los albores de la era post-crisis.
1La crisis global ha convertido a España en un interesante observatorio desde el que analizar los patrones migratorios en tiempos de crisis económica. Durante los años de expansión económica, antes de la crisis (2008), España lideraba el ranking europeo en inmigración (Domínguez-Mujica et al., 2014) gracias al tirón de las oportunidades de trabajo para los inmigrantes en nichos de empleo del sector secundario. Sin embargo, el mercado de trabajadores extranjeros se vio fuertemente afectado con el inicio de una severa recesión en 2008, y la disparidad entre los niveles de bienestar de la población española y extranjera creció significativamente en los primeros años de la crisis (2008-2010) (Godenau et al., 2017). Esto desencadenó un considerable descenso de la inmigración, al tiempo que promovió la reemigración y el retorno de antiguos inmigrantes.
Rescate de españa 2012
Y muchas de las razones por las que España fue golpeada tan duramente probablemente conducirán a una lenta recuperación en 2021 y más allá. Es poco probable que el sector turístico se recupere totalmente en 2021. Y la elevada proporción de pequeñas empresas en el sector de los servicios provocará un fuerte aumento de las quiebras y los despidos. De hecho, un reciente estudio del BCE muestra que uno de cada siete (14%) trabajadores españoles trabaja en empresas no financieras en riesgo de quiebra, lo que supone la mayor proporción de la zona del euro. En comparación con los niveles anteriores a la crisis, la tasa de desempleo ya ha aumentado en 2,5 puntos porcentuales hasta el 16,3% en el tercer trimestre, y esperamos que aumente hasta el 17,5% a lo largo de 2021.
El 2020 es un año que todos queremos olvidar, pero desgraciadamente proyectará una larga sombra. Dada la profundidad de la recesión en 2020 y algunas características estructurales, la economía española necesitará mucho tiempo para recuperarse plenamente.
Crisis financiera española 2008-2014
ResumenLa transición española de la dictadura a la democracia tras la muerte del general Francisco Franco en 1975 ha sido considerada de muchas maneras. Los historiadores políticos y los politólogos suelen considerarla un éxito extraordinario. Sin embargo, muchos economistas e historiadores económicos han sido notablemente críticos con el proceso. Este artículo analiza cómo el largo proceso de consolidación democrática hizo que los responsables políticos descuidaran otras cuestiones sin resolver, entre ellas la duradera crisis económica del país que se prolongó desde mediados de los años setenta hasta mediados de los ochenta. La falta de legitimidad política, la debilidad de los gobiernos y, en cierta medida, la percepción de la necesidad de consenso, impidieron a las autoridades de Madrid abordar de frente muchos de los problemas fundamentales de España, especialmente en el ámbito de la política económica. Desde los inicios de la crisis en 1973 hasta el verano de 1977, cuando los votantes acudieron a las urnas por primera vez en más de cuatro décadas, España fue gobernada por una serie de administraciones débiles e inestables. Además, las autoridades políticas se vieron seriamente desafiadas por una oposición resurgente. A partir de junio de 1977, en un contexto preocupante de bajo crecimiento, aumento de la inflación e inflación incipiente, el gobierno centrista en minoría de Adolfo Suárez resolvió finalmente tomar medidas firmes.
Crisis monetaria
La crisis financiera española de 2008-2014, también conocida como la Gran Recesión en España[1][2] o la Gran Depresión Española, comenzó en 2008 durante la crisis financiera mundial de 2007-08. En 2012, convirtió a España en un participante tardío en la crisis de la deuda soberana europea cuando el país fue incapaz de rescatar a su sector financiero y tuvo que solicitar un paquete de rescate de 100.000 millones de euros proporcionado por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
La principal causa de la crisis española fue la burbuja inmobiliaria y la consiguiente tasa de crecimiento insostenible del PIB. Los crecientes ingresos fiscales procedentes del auge de los sectores de la inversión inmobiliaria y la construcción mantuvieron los ingresos del gobierno español en superávit, a pesar de los fuertes aumentos del gasto, hasta 2007[3]. El gobierno español apoyó el desarrollo crítico relajando la supervisión del sector financiero y permitiendo así que los bancos violaran las normas del Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad. Los bancos españoles pudieron ocultar las pérdidas y la volatilidad de los beneficios, engañar a los reguladores, a los analistas y a los inversores, y financiar así la burbuja inmobiliaria española[¿cuándo?][4] Los resultados de la crisis fueron devastadores para España, incluyendo una fuerte recesión económica, un grave aumento del desempleo y la quiebra de importantes empresas[5].